Era una partida normal y cualquiera, en “
Al llegar arriba todo estaba tranquilo, al parecer un compañero ruso se me había adelantado y se encontraba por allí ya al acecho. Escuchaba disparos por abajo, pero me aposté con tranquilidad sobre una esquina bien oculto, cubriéndome en otro de los flancos y dejando que mi corazón se relajara un poco.
Poco a poco nos movíamos en silencio de esquina en esquina. Mi compañero ruso parecía tener buena puntería y los alemanes caían como moscas en cuanto entraban en nuestro ángulo de visión, así que no tardaron mucho en darse cuenta que nos estábamos haciendo fuertes allí arriba y debían limpiar el piso…
Al rato, - Boom!!- Alguien había dejado una mancha de sangre por la escalera…un alemán ya sabia que tenia medio camino despejado… y yo por experiencia, daba por echo que volvería a cobrarse su venganza. Tenia que vigilar la rampa de subida;
- mierda!...
Menos mal que mi compañero ruso se turnaba conmigo, y me echaba una mano en eso de cubrir el hueco de subida. El efecto fue que nadie conseguía poner un pie por allí y tumbarnos, mientras tanto alguno de los dos seguíamos lapidando los alrededores. El enemigo empezó a impacientarse y a hacer juego sucio con el uso de granadas, las cuales lanzaban desde plantas inferiores (lastima que estaban permitidas!).
Por mucho que nos cubríamos, algo de vida nos hacían perder los impactos en las esquinas, por lo que no tarde mucho en caer; mi primera muerte, tras media partida.
Regenere rápido y fui a auxiliar a aquel compañero que seguía solo allí arriba, y cual fue mi sorpresa al ver que seguía protegiendo el piso bombazo tras bombazo… aquello parecía Camboya!!
Entre en el edificio, limpie un poco la zona de hostiles, y mine de nuevo la escalera. Cuando subí allí arriba mi compañero seguía machacando al personal alemán sin piedad. Me tumbe cerca de el y nos miramos con cierta complicidad… si no fuera porque los personajes tienen menos gestos faciales que los muñequitos de los semáforos, diría que nos estábamos riendo… Llevábamos un buen rato luchando allí arriba y no nos conocíamos de nada,… pero parecía un gran francotirador. El comentario fue inevitable al cabo de un rato:
-Tío, la azotea es nuestra…- le dije mirándolo con el rabillo del ojo mientras apuntaba al infinito…
Al poco rato el cayo por un disparo certero. Ahora debía mantener yo el puesto, lo mismo terminaría allí hasta que me tumbaran… Aguante un rato, cuando escuche una voz que venia de abajo entre disparos:
- Ve preparando la tumbona que ya voy para arriba!!!- Me grito… era mi compañero ruso!!.
- Pues súbete algo de armamento pesado que aquí hay jaleo… - le grite mientras partía un nuevo melón…
La victoria corría considerablemente de nuestra parte, tan solo nos quedaba mantener el puesto y defender los puntos. Al instante llego mi compañero con un “bazoka” a la espalda, subió rápidamente la rampa y se recostó por allí a la espera del enemigo…En ese momento llegue a la conclusión que ningún alemán nos podría mover de allí, aunque vinieran todos juntos; definitivamente aquella azotea era nuestra, y por mas veces que caíamos volvíamos allí arriba a proteger lo poco que teníamos, no sin dejar de reír en cada momento. Es por ello por lo que después de tantas horas en aquellas frías cornisas, decidimos poner un poco mas confortable el sitio… Incluso llamamos a varios albañiles para que cambiaran los azulejos pero creo que algún alemán cabreado no les dejo subir…:D
PD: Saludos Mario, que buena partida!!!...[…]
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